viernes, 29 de noviembre de 2019

Tengo una muñeca que regala besos


“Tengo una canción 
Una habitación
Tengo una muñeca que regala besos”

Era la canción que tarareaba, y prometía sería la canción de mi primera hija, el rogar y orar al Señor por que fuera una niña, era una esperanza que añoraba, solo abrazarla y verla sonreír de mis tontos chistes, de aquellos que mi padre nos hacía, aquellos besos en la mejilla que quedan en la eternidad del recuerdo.  

“Nada en especial
Un emotival
No sé cuántos huesos
Y una foto de papá y mamá”

No tuve la oportunidad de tener hermanas, y tal vez mi pedido, siendo un ser tan pequeño pudiera ostentar de recibir en nuestro hogar a una niña que diera el amanecer en nuestras vidas, sacándonos de esos malos hábitos habría sido el ocaso. Ese ocaso que se vio en dos vidas junta ella en su nacimiento, ese amanecer para que se vio en dos vidas junta a ella en su nacimiento, quien puede determinar los caminos que sondea nuestro Señor.

“qué jóvenes están!
Tengo que aprender
Uno y uno: tres
Ya se que la vida”

Preguntas que me hacías cuando eras niña, por qué y donde, a que se debe, quien es aquel, como, tal vez sean algunas de las síntesis, curiosa como toda niña que desea saber y aprender, pero en tu caso analizabas todo, tal vez no me di cuenta de tu potencial. Una loca de atar en tus pensamientos, tanto aprendí de ti, tanto que diera por que fuera así de nuevo y tal vez darte más de lo que recibiste.

“Es una herida
Absurda
Ganas de matar
Dos copas de más”

Mis responsabilidades por otros me dejo sin conocerte mejor, los cargos y compromisos que me incluía me alejo de la pequeña princesa que debía cuidar de aquellos dragones, las chimeneas eran tan angostas para llegar, ya que cargaba con una bolsa muy grande en mis hombros.

“Una risa curda
Un libro viejo de robert arlt
Que no me deja en paz
Tengo una cruz”

Cuando recibo tu carta aquella tarde en el retiro, era un momento de empezar, fue el acta de capitulación con aquella zozobra pasaban por mí, te agradezco tan gentil carta y sincera.

“De estrellas en el sur
Y, además
Hoy por hoy
Donde voy?”

Creciste tan rápido guapa, desde un extremo te cargaba en mis brazos o los caballitos, aquellas que me pedias te cargará desde un sofá hasta tu cama; esas estrellas que ahora reflejan en mis ojos cada idea que me pides es como sortear esos pedidos de caballito, donde el trueque fue brazos por ideas. Te agradezco siempre tenerme en cuenta porque sé a dónde ir.

“Loco
Mareado por los focos
De azúcar y de sal
De miedo y vanidad”

No sabes cómo sufre un padre a sus hijos crecer, los cambios no son fáciles en cada etapa, ansiedad de verte caminar, temeroso de tu primer bus, o de tu primera clase, no paro de contar los miedos que tenía y tengo, la poca vanidad que me queda saber que eres una gran joven, con carisma y entrega, pero aún mayor que yo, al que debes alegrar y amar, Dios.

“Del siglo que cumplí
Del pibe que no fui
De todo lo que deja cicatriz
Y no hay manera de evitar”

Dejaste en este viejo hombre marca de cariño, claro a tu singular forma, esos cuentos que conte, esas apuestas para mejorarte como persona, esas salchipapas que unían conversaciones en la calle, caminatas pocas, compartir ideas, y muchos de esos etc. Que mi mente me juega una mala pasada, pero los sentimientos quedan como roca.

“El salto mortal
De vivir miércoles jugo de ceniza
Lunes pétalos…”

Feliz 18 guapa, porque será un sábado y tu lunes será de descanso.