miércoles, 10 de marzo de 2010

Picaflor…pica’o


El sol tenia una aguja que lo opacaba, él era, solo tenia un cometido en la tierra, besar hasta la ultima boca, labios acariciar como picaflor en busca de remozadas rosas contorneadas, mozuelo aun estaba en el colegio cursando el último año para salir del gayola vejante de historias , biologías, químicas de numero y letras (crisol de físicas opuestas), gozaba remozante este aprecio por las rejas de su aula de estudio, por que encontraba un aliciente, aquellas flores que aun no consumía con apetito voraz de ese entusiasmo infantil, cierto día en un tibia mañana que no llegaba a los 20 grados, subía las escaleras con enamorada en mano( la oficial), llevándola a su salón de clases, ella cursaba un año antes que nuestro afamado picaflor, con una quiñe de ojo y un beso volado daba la despedida como cada mañana a la desubicada jovencita que no conocía de las pilluelas de su procaz amado, la joven dama se refugiaba en la celda de botánica, y el picaflor llegaba a su aula, donde sus aparatosos compañeros daban rienda a carcajadas y bromas de la edad.
Ya dentro en clase el joven picaflor escucha con atención la clase, tan solo soñando en su retoño de abril que estaba en aula contigua, esperando la hora de salida para ir a verla, entre sueños y tribulaciones el profesor da un sobresalto a sus actividades y sale antes de hora y le pide al brigadier que observe a sus compañeros que no hagan nada fuera de las normativas del centro educativo. Y como habrán esperado el aula ni bien salio del profesor, esperaron los 50 metros validos(distancia minima según normas de un buen palomilla) la bulla se dio, cada uno conversaba con el otro, que “look por aquí”, “fastidiamos por allá”, entre pilluelas acciones nuestro joven picaflor se acerca a una compañera que tanteaba con la apertura de sus ojos, ella estaba sentada en un pupitre y nuestro picaflor acercándose ante el olor de las feromonas a distancia, convertido en un tiburón le lanza un beso abrazador en plena clase, escasos segundos duro la sombra de un nuevo amor.
“A veces si todo acaba aquí”…pensaba nuestro picaflor, “como una pasajera aventura y otro galardón” atinaba, pero ella no pensaba igual, quería una relación seria, con lazos de mano, una cita, un helado fuera de clases entre otras cosas que nuestro libre picaflor no pensaba pagar, entre estas dicotomías de ideas, un desvariante y orate corazón daba luces a su trabajo, el picaflor sufría cambios, cambios que no entendía hasta ese momento, la conciencia aparecía en escena, esa conciencia que apagamos con nuestras soberbias de saber y de entender nuestra realidad, esa que cortamos con nuestros conocimientos por saber y querer, esa vocecita daba una palabra “no falles”, sufría por su enamorada que estaba en el salón contiguo, esa que dejo con un fresco beso en su clase de botánica, esa que estuvo en sus hombros sollozando por sus problemas, esa que confeso su amor, esa que latía cuando la venia venir, esa que no le importaba lo que decía los otros compañeros…esa que traiciono.
El disminuido picaflor presuroso se fue a la dama recién besada y le pidió las disculpas de un arrepentido joven, que solo crujía en su cabeza una traición, esas palabras que se apagaban antes como velas en otoño, la dama molesta se sentía frustrada antes el juego hecho; ….ella se paro y tomo sus cuadernos, camino hasta la puerta y bajo los pisos necesarios para irse de clases, el picaflor presuroso le pedía perdón por su proceder, esos procedimientos que un picaflor no estaba acostumbrado hacer, molesta siguió bajando, ya en le primer piso el picaflor daba su ultima petición de perdón, la dama se acerco y ante la observación de mas de una veintena de alumnos de otras aulas que veían la escena, la dama giro con mirada agresiva y su brazo se movía lentamente como tomas segundo por segundo, este iba formando al final de la su mano derecha una expansión en sus dedos de forma vertical, un tsunami se venia venir, la cachetada cayo fuerte sobre nuestro intrépido mercader de ilusiones, (ni la toma de rocky quedo mejor inmortalizada ), la dama se retiro furiosa.
El picaflor, aun con algo de dignidad espero a su enamorada fuera del colegio, ella al verlo le pregunto que había pasado, este con melancolía atípica en su naturaleza, confeso su acto, ella no lo soporto y dio llanto a su melancolía, el picaflor pidió perdón ….sin tener respuesta alguna, ella también se retiro, sollozante y con tristeza a cuestas su marchar fue vago.
El picaflor tuvo el golpe de su vida, los plumajes cambian con el tiempo, y con este el tipo de vuelo, los cielos no serian iguales desde aquel momento; al día siguiente en clases llego presuroso y se sentó en una escalera donde había buena vista para ver a todas las personas que ingresaban a los pabellones de estudiantes, diviso la figura de la dama que había engañado con besos plásticos, que ni la mirada le dio, a los pocos minutos paso su amada, quien atino a mirarlo de reojo y siguió su camino… el culpable ejecutaba su propia sentencia, mirando al suelo sentado en esas escaleras de esperas a un perdón, entre sus memorias de trayectos y episodios de novelas, los por que? que dira? me mirara?…. sin darse cuenta una jovencita de pelo rubio con fragancia dulce se le acerca y le pregunta con voz profunda “por que estas así?, levanta la mirada nuestro joven picaflor quedando perplejo por la compañía que iba a tener, ella se sienta en esas escaleras con olor a soledad, solamente consuela un dolor escueto, pero nuestro picaflor apuntaba su pico a otro lado del pétalo, y usando su dolor pasajero solo encuentra otra flor para picar.

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